El concepto de educación en la propuesta de H. Maturana:
“Todos los conceptos y afirmaciones sobre los que no hemos reflexionado, y que aceptamos como si significasen algo, simplemente porque parece que todo el mundo los entiende, son anteojeras”. (Maturana, 2001).
Cuando hablamos de educación nos referimos a la transformación de los alumnos en su convivencia con sus maestros, profesores, pares. Esto ocurre en un ámbito relacional que debe ser aceptado como legítimo y adecuado para que ellos surjan como adultos que llegarán, en el futuro, a repetir el mismo ciclo con sus hijos.
La educación es un proceso de transformación humana en la convivencia que ocurre en todas las dimensiones relacionales del vivir de la persona, tanto en los espacios privados de la familia o de las instituciones, como en los espacios públicos de la calle y el barrio.
La educación es un proceso en el que tanto los alumnos como los educadores cambian juntos en forma congruente, en tanto permanecen en interacciones recurrentes.
De modo que los alumnos aprenden a vivir en cualquier dominio de vida donde sus maestros los encaminen.
La educación es un proceso de transformación de vida que sigue un curso definido por la manera de vivir de los padres y educadores. En este proceso, el alumno, desde niño se transforma en un tipo de ser humano u otro según el tipo de experiencias vividas recurrentemente con sus padres y educadores.
Es desde aquí que consideramos que la tarea central de la educación es prestar atención, fomentar y guiar a los alumnos en su crecimiento como seres humanos responsables social y ecológicamente, conscientes de que se respetan a sí mismos y a los demás.
Los valores deben ser vividos en todo instante en el proceso educativo, y no ser enseñados como nociones abstractas o acciones independientes, o partes del currículo explícito. Los valores tienen que ver con el dominio de las emociones, no de la razón, y en particular con el dominio del amor, que es la emoción que hace posible la convivencia social.
Fuente: universidad de Palermo
http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_articulo=12472&id_libro=597
Objetivos de la educación para la paz
Una educación para la paz, la no violencia y la convivencia tiene que asumir sistemáticamente la tarea de analizar el currículo oculto, procurando que afloren aspectos como: trato, comunicación, participación, atuendo, información, etc. De esta forma se podrá diagnosticar el modelo educativo subyacente y buscar soluciones correctas, analizando y resolviendo conflictos. Es preciso enfrentarse con buen ánimo a situaciones nuevas y desconocidas, favoreciendo la autoafirmación y la creatividad. Es fundamental educar en el respeto a las normas cuando son justas y en la desobediencia cuando son injustas. Todos somos responsables de la educación para la paz, tanto a nivel personal como social, local e internacional. La educación para la paz supera el marco de lo extracurricular o complementario y, a través de los distintos niveles del sistema educativo, se va identificando con el mismo concepto de la educación como tal.
Fuente: RevistaIberoamericana
http://rieoei.org/experiencias146.htm
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